18/12/10

Reflexiones II.

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"El hombre vive alerta en las fronteras de sí mismo, asomado hacia afuera, absorto en la naturaleza.
El yo vive directamente desde las cosas y va a ellas y se ocupa en ellas atravesando su propio volumen íntimo como el rayo del sol por el cristal, sin parar ni reparar en él. He aquí cómo desde un punto de vista biológico lo normal y primario es que el hombre se ignore a sí mismo.
Lo que sorprende e intriga, y demanda aclaración es el hecho inverso: ¿Cómo la atención, que primariamente es centrífuga y va a la periferia, ejecuta esa inverosímil torsión sobre sí misma y el yo, volviéndose de espaldas al contorno, se pone a mirar hacia dentro de sí mismo?"
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