31/10/10

Palabras que me gusta pronunciar IV.

Verbos: concordar, concluir, convencer, recapitular, enternecer, compenetrar, cuestionar, viajar, visionar, oprimir, ostentar, infligir, pertenecer, contribuir, consternar, criticar, compadecer, escrutar, irritar, abastecer, amparar, dilatar, contener, provocar, insinuar, conectar, irrigar, sugerir, subvencionar, somatizar, sondear.

Términos científicos: genético/a, lisosoma, nucleoplasma, homeostasis, equilibrio, célula, neurotransmisor, hormona, epífisis, hialoplasma, osteología, morfológico/a, estequiometría, isocórico/a, centrosoma, dictiosoma, neurona, sinapsis, coagulación, endoplasmático/a, orificio, microcalcificación, antígeno, serotonina. histriónico/a, paranoide, histeria, esquizofrenia.

Términos especiales: indignación, confusa/o, indígena, plenitud, arbitrariamente, dinosaurio, ancestral, imaginación, sobrecogedor, estímulo, fraternal, inconcebible, incoherencia, implacable, metódicamente, sexo, onírico/a, sugestión, sustrato, sociocultural.

25/10/10

Dilemas internos II.

"¿Por qué la satisfacción de los deseos entraña en la mente humana el miedo a las represalias? ¿Por qué algo tan lógico y natural habría de abrir las puertas del infierno? ¿Por qué la vida, cuando es muy dulce, parece transgredir las leyes naturales?
Los mitos universales, como el de Adán y Eva, sólo reflejan la realidad tal y como la experimentamos de forma inconsciente.


Nos movemos entre el deseo y el miedo. El deseo nos atrae hacia determinados estímulos y el miedo, en cambio, nos incita a mantenernos alejados de potenciales amenazas. El deseo vive una existencia contradictoria en nuestro interior: por una parte, la sociedad nos incita a generar y saciar los deseos de forma compulsiva, pero también nos susurra que es egoísta y hedonista entregarse a los deseos.
La inocencia y la pureza no implican la represión o la eliminación de los deseos. Barrerlos al inconsciente significa que pasan a ocupar un lugar donde se tornan sigilosos y compulsivos. Hay que desenmarañar los deseos para poder dar respuesta a las necesidades profundas con alegría, con compasión y con inteligenia. Negarlos por sistema, parapetarse contra la vida, inflige un sufrimiento no sólo doloroso sino absolutamente estéril."

21/10/10

Dilemas internos.




"Como mujer de mundo, que lo eres sobradamente, no debes, no puedes desconocer las diferencias que existen entre nuestras posiciones relativas. La continuación de la situación actual sólo puede hacerte perder la reputación y a mí me convertirá en un infame."

12/10/10

Envejecimiento celular asociado al maltrato infantil.

Según una investigación conjunta realizada por expertos de la Universidad de Brown y el Hospital Butler (Estados Unidos), el maltrato infantil, ya sea de carácter físico o psicológico, aumenta la posibilidad de que las células del organismo de los niños sufran envejecimiento celular más rápidamente en estado adulto.
Las conclusiones se han obtenido a partir del estudio y análisis de ADN de adultos sanos que sufrieron en su infancia algún tipo de trauma, sea abusos físicos, psicológicos, abandono... (problemas que además están asociados al incremento de las posibilidades de sufrir algún tipo de patología mental en estado adulto). Los expertos descubrieron que los telómeros eran más cortos de lo habitual.
Se denomina telómeros a los extremos de los cromosomas, responsables de la estabilidad estructural de los cromosomas. Es material genético no codificante, pero juega un papel muy importante en la vida celular, manteniendo la integridad de las terminaciones de cada cromosoma e impidiendo que puedan enmarañarse y adherirse unos a otros. Otra función de los telómeros es la de ayudar al emparejamiento de los cromosomas homólogos durante la profase, una de las fases de la meiosis celular, proceso perteneciente a la reproducción celular.
Los expertos indican que el envejecimiento de un ser humano se inicia momentos antes de nacer, aunque no se sabe exactamente cuándo se inicia el proceso en el que el ADN empieza a mostrar signos de deterioro (un marcador que podría identificar este momento serían los telómeros). Este material se va acortando progresivamente a medida que se realizan las divisiones celulares, por tanto, sería una medida para determinar la verdadera edad biológica de una persona.
El descubrimiento muestra qué efectos pueden tener los traumas como el maltrato infantil en la vida biológica y cómo pueden influir llegando a acelerar el envejecimiento. Como podemos comprobar, las consecuencias del maltrato infantil, sea del tipo que sea, son mucho más graves de lo que hasta ahora se sabía. Sería interesante recordar la relación entre el maltrato infantil y los cambios genéticos (los factores psicosociales pueden incidir y alterar la expresión de los genes; en este caso, se determinó que dicha alteración estaba vinculada a un mayor riesgo de suicidio).
Otros ejemplos de obligada cita nos muestran que un trauma infantil eleva el riesgo de sufrir Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) o que existe una relación entre el dolor de tripa crónico y maltrato infantil. Si analizamos y listamos todos los estudios relacionados, podemos darnos cuenta de lo importante que es el trato que deben recibir los menores durante su infancia a fin de garantizar una calidad de vida óptima en estado adulto, libre de un gran abanico de problemas y complicaciones.
La relación maltrato infantil y envejecimiento celular es un estudio que posiblemente propiciará el desarrollo de nuevos estudios profundizando un poco más en los cambios genéticos que se producen en los niños que son maltratados.

(Se puede conocer más detalles sobre la investigación a través de la publicación científica Biological Psychiatry).

10/10/10

Un poco de humor II.

Era uno de esos días que te levantas más cansada que cuando te acostaste. Has dormido mal y te mueves como por inercia.
Estás en la cocina, aún somnolienta, preparándote algo para desayunar. No puedes estar más despeinada, no puedes tener un aspecto más desastroso. Entonces, escuchas unos pasos que te hacen suponer que alguien se aproxima a la cocina. Te giras pensando que, probablemente, sea tu compañera de piso.

Sorpresa. No es tu compañera de piso.

Un chico semidesnudo capta toda tu atención visual. Oh, qué barbaridad, el subconsciente te puede jugar muy malas pasadas –piensas por un momento-.
Pero, espera, espera, no, ya estás despierta, ya has andado hasta la cocina, ya has escuchado esos pasos, ya te has girado… ¡No es una invención de tu mente! -Reflexionas-.
- Hola… -aciertas a decir entre irónica e incrédula-.
- Hola. Yo… soy un amigo de… -acierta a decir entre estupefacto y avergonzado-.
- Yo soy su compañera de piso. Tú eres… Rafa… ¿No?
- Sí… -Dice con los ojos como platos-.
Sonríes y te acercas dudosa para darle dos besos. Intentas ser rápida para zanjar cuanto antes la tensión que está generando la situación.
Se va. Tú te giras a por el vaso de leche y te vas a tu habitación también.
A los cinco minutos regresas a la cocina a dejar el vaso y te encuentras a tu compañera de piso. (Ahora de verdad). Le tocas la espalda y sólo basta una mirada cómplice para decirlo todo. Os echáis a reír y sugieres que es preferible ahorrar los comentarios.