9/11/10

Dilemas internos III.

Entre vosotros todo es distinto.
Y cuando digo todo, quiero decir todo.
Pero los demás no pueden saberlo.
Y te das cuenta de que no te importaría asumir ese riesgo.
Aunque, por otro lado, no entiendas qué es exactamente lo que está ocurriendo entre ese hombre y tú.
La verdad es que todo eso deja de preocuparte cuando os miráis.
Cuando sientes eso tan increíblemente intenso.
Ya no piensas.
Y te da la sensación de que tu sonrisa no es lo único que se torna idiota.

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