26/4/10

Forrest Gump.

Mi mamá dice que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes qué te va a tocar.

Mamá siempre decia que se puede decir mucho sobre una persona por sus zapatos: a dónde van, a dónde estuvieron. Yo usé un montón de zapatos.

Yo no sé si mamá tenía razón o si la tiene el teniente Dan. Yo no sé si todos tenemos un destino o si estamos flotando casualmente como en una brisa... pero yo creo que pueden ser ambas, puede que ambas estén ocurriendo al mismo tiempo.

Mamá siempre decía las cosas de manera que yo las entendiera.

Yo no sé mucho de casi nada.

Puede que yo no sea muy listo, pero si sé lo que es el amor.

Somos como pan y mantequilla.

- Eres una mamá, Jenny.
- Sí, soy una mamá. Se llama Forrest.
- Como yo...
- Se llama igual que su padre.
- ¿Su papá también se llama Forrest?
- Tú eres su padre, Forrest.



Pues... no lo sé. A veces paraba de llover por un tiempo para que las estrellas salieran, y eso era agradable. Era como justo antes de que el sol se pusiera sobre el canal. Había siempre un millón de chispas en el agua como en aquel lago de la montaña. Era todo tan claro, Jenny, parecía como si hubiese dos cielos, uno sobre la cima del otro. Y, luego, en el desierto, cuando el sol salía, no podía distinguir donde el cielo terminaba y la tierra comenzaba. Era tan hermoso.

Ese día estabamos caminando, como siempre, y, luego, asi, como si nada, alguien paró la lluvia y el sol salió.

Es curioso lo que un jóven recuerda, porque yo no recuerdo haber nacido, no recuerdo lo que me regalaron para mi primera Navidad y no recuerdo a dónde fui para mi primer picnic, pero si recuerdo la primera vez que escuché la voz más dulce de todo el mundo.

Por supuesto que todos somos diferentes, Forrest. Si Dios hubiese querido que fuéramos iguales, nos habría puesto a todos aparatos en las piernas.


 

. Yo me llamo Benjamín Buford Blue, pero todos me llaman Bubba. Como si fuera de una tribu africana, ¿te imaginas?
- Yo me llamo Forrest Gump. Todos me llaman Forrest Gump.

Aquel día, sin niguna razón en particular, decidí salir a correr. Corrí hasta el final del camino, y cuando llegué, pensé que tal vez podía correr hasta el final del pueblo. Y cuando llegué, pensé que tal vez podía correr hasta el condado de Greenbow. Noté que si había llegado tan lejos, tal vez podía correr a través del gran estado de Alabama. Y eso fue lo que hice. Corrí atravesando Alabama. Sin niguna razón en particular, seguía corriendo. Corrí derecho hasta el océano, y cuando llegué, noté que ya había llegado lejos, y que tal vez debía dar la vuelta y continuar corriendo. Y cuando llegué al otro océano, noté que debía dar la vuelta y continuar corriendo. Cuando tenía sueño, dormía. Cuando tenia hambre, comía. Cuando debía... tu sabés, iba.

- ¿Has estado en un barco de gambas?
- No, pero he estado en un barco de personas.

Las gambas son la fruta del mar. Pueden hacerse a la brasa, cocidas, al horno, al vapor, salteadas, se pueden hacer pinchos de gambas, gambas criollas, guiso de gambas, gambas fritas, rebozadas, sofritas o gambas con piña, gambas al limón, gambas con mango, con pimientos, sopa de gambas, en estofado, en ensaladas, gambas con patatas, hamburguesa de gambas, sándwich de gambas y… creo que eso es todo.

- ¡Ya, mi Sargento!
- ¡Gump! ¿Por qué has montado esa arma tan rápido?
- Porque es lo que usted ordenó, mi sargento.
- ¡Demonios, Gump! Si no fuera porque desperdiciaría un gran soldado, te recomendaría para la escuela de oficiales. Ahora desmonta esa arma y comienza de nuevo.

- Soldado Gump, ¿para qué estás aquí?
- Para hacer todo lo que usted mande, mi sargento.
- ¡Demonios, Gump! Es la mejor respuesta que he oído en toda mi vida.

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